VIVENCIAS: EL PREMIO

Siguiendo con mi relato y antes de hacerlo con el premio presidencial, quiero dejar aclarado que cuando lo haga con respecto al Presidente de la Nación, lo haré con el máximo respeto que su investidura merecía, sin que pese en mi escrito ninguna idea política.

Como ya estaba en Bs As, me presenté ante la Responsable del grupo en el Hotel Nogaró, en la Diagonal Sur, lugar donde nos alojaríamos. Esa tarde se realizaría el encuentro entre el Presidente y los premiados que ya habíamos arribado o estado en la ciudad. Reinaba un gran nerviosismo - piensen Uds que éramos todos, chicos y chicas, adolescentes de no más de 18 años y conoeríamos, nos gustara, personalmente o no, a la máxima autoridad del país.

Arribamos a la Casa Rosada. . . . .

ingresando por la puerta principal. . . .Es de destacar, con la curiosidad que los empleados de ella nos miraban- proveníamos de todas las Pcias y Territorios. . . léase "pajueranos". . . y no nos alcanzaban los ojos para ver todo. . . .Me encantó el Patio de las Palmeras. Fuimos conducidos al Salón Blanco, lugar donde se realizaría el encuentro. . . . .Nos ubicamos en las sillas dispuestas frente al Escritorio Presidencial - estaba sobre una tarima - y esperamos. Mientras tanto, nos instruyeron que debíamos hablar con el Presidente, solo si él lo hacía primero, pero que los "pedidos" que seguramente todos llevábamos, se le harían llegar más tarde, por escrito, a través de la Coordinadora.

Y. . . de pronto, se produjo la llegada de Perón, de uniforme. . . . Era un hombre de una hermosa planta, muy erguido, con ojos muy negros tipo "granos de uva". . . . , una voz que nos impresionaba, pero más lo hicieron sus palabras. Luego de la bienvenida, nos alabó, nos dijo que "éramos el porvenir del país" y que cada uno debía estar muy seguro de cumplir su destino. . . .que el País nos necesitaba y que el Gobierno, por su intermedio se encargaría de que ello sucediera". . . Nos dijo muchas cosas más que luego de 50 años, me son difícil de recordar. Sus palabras fueron tan convincentes, que para cuando paró de hablar, todos estábamos de acuerdo con él!!!!!! Tuvimos que "desconvencer" a unos cuantos !!!!!!

Seguidamente, descendió de la tarima y nos saludó uno por uno, diciéndonos unas palabras de aliento. . .Sacaron no muchas fotos, pero. . oh! casualidad, una de ellas fue justo en el momento que él saludaba a una chica a dos asientos más allá del mío y yo me estaba sentando. . . . Si se analizaba la foto parecía que le estaba haciendo una reverencia y fue la que salió publicada en las más importantes revistas. Cuando ellas llegaron a mi pueblo, no faltó una "amiga" que revista en mano, recorrió casa por casa, mostrando como la hija del Radical le rendía pleitesía a Perón. . . Mis padres no tardaron en enterarse de lo que estaba haciendo ni dos minutos, pero comprendieron que había en ese accionar algo de envidia y un poquito de maldad, así que no les hicimos caso. Como siempre digo:"No todos los días uno recibe un premio del Presidente de la Nación" !!!!!!!

Finalizada la entrevista, comenzamos con el recorrido de la ciudad, que muy pocos conocían. por supuesto, estuvimos en ella varios días, conocimos todo lo importante, sin omitir la sede de la Fundación, la Casa de la Empleada, donde estaban expuestas las joyas y los vestidos que Eva había recibido como regalo de Franco y algunos de los que usó durante su vida. No faltó la visita a la UES, con perritos, motonetas y chicas incluídas. . . . pero no es momento para realizar ninguna crítica.

Después de 4 días en Bs As, viajamos por tren a Mar del Plata. . . . . donde nos alojamos en el Hotel El Torreón- en aquella época uno de los mas importantes- , y además de conocer la ciudad y sus alrededores, disfrutamos de la playa, ya que éramos un grupo de chicas y chicos numeroso. En la visita al Hotel Provincial, conoimos y pudimos departir con el más famoso de los Ajedrecistas argentinos de esa época, Miguel Naifdorf, una persona sumamente agradable.

Cumplidos los 15 días del premio, cada uno regresó a su pueblo, luego de haber vivido momentos muy agradables.